Esta fintech colombiana financia más de 2.000 procedimientos médicos al mes y ya ha levantado más de US$25 millones

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La fintech colombiana Welli está facilitando el acceso al crédito para salud en Colombia, tras levantar US$25 millones en equity y deuda. Sus fundadores Felipe Gómez y Felipe Jaramillo contaron a Forbes cómo lo están haciendo.

Cuando Felipe Gómez y Felipe Jaramillo se quedaron sin empleo tras una jornada de despidos de Shopee en Colombia, ambos tenían algo más en común que el pasado corporativo: acababan de ser padres y sabían que tenían que ponerse a hacer algo tan pronto como posible.

Inspirados por modelos financieros del sistema de salud estadounidense y con experiencia personal en el sector, decidieron lanzar Welli, una plataforma de financiamiento médico que hoy ya ha otorgado más de $50.000 millones en préstamos y opera con más de 1.500 médicos en todo el país.

Fundada en Bogotá, Welli permite a los pacientes acceder a un crédito para tratamientos médicos en cuestión de minutos desde el consultorio mismo, sin necesidad de acudir a una entidad financiera. Desde procedimientos de fertilidad hasta cirugía estética y atención veterinaria, su propuesta busca cerrar una brecha crítica: la falta de opciones de financiamiento para servicios de salud que no están cubiertos ni por el sistema público ni por las prepagadas.

“Tenemos más de 20 especialidades médicas cubiertas en este momento. Virtualmente todo procedimiento médico en Colombia es sujeto a ser financiado por Welli, siempre y cuando el profesional esté afiliado a nuestra red”, explica Felipe Jaramillo, quien destaca que las tasas se ajustan al perfil de riesgo del paciente, con pagos fijos y procesos completamente transparentes.

El crecimiento de Welli ha estado respaldado por una estrategia mixta de financiamiento. Desde sus orígenes en 2022, han levantado US$25 millones combinando equity y deuda estructurada. En su primer año, levantaron US$2,4 millones con el respaldo de los fondos de capital de riesgo Ánimo (con poca experiencia previa en América Latina) y Crestone. “Fue una etapa compleja. Los VCs nos pedían crecimiento, pero la banca exigía madurez. Había que convencer a ambos”, recuerda Gómez.

Con ese capital, empezaron a construir la tecnología, tercerizando parte del desarrollo, y literalmente se lanzaron a las salas de espera a visitar médicos. Sin experiencia previa en crédito, formaron un pequeño equipo y tocaron las puertas de la banca local. Algunas entidades como Bancoomeva, Iris y Bancolombia se sumaron con líneas pequeñas, de entre $100 y $200 millones, que les permitieron comenzar a operar.

“En esa etapa teníamos lista de espera. Había demanda, pero no teníamos con qué prestar”, dice Jaramillo. El modelo, sin embargo, pronto captó atención. En una segunda ronda, sus primeros inversionistas ampliaron su apuesta con una extensión de US$3,8 millones, lo que permitió a la compañía enfocarse en fondeo de deuda.

Ahí apareció FPF, un fondo panameño-canadiense que les prestó US$4 millones, en una jugada estratégica para acelerar sin diluir más equity. Desde entonces, han recibido ofertas por líneas de deuda mayores, algunas por US$15 o US$20 millones, aunque hasta ahora han preferido avanzar con prudencia.

El core de Welli es la velocidad. El proceso inicia con el médico, quien escanea un QR desde su consultorio para iniciar el trámite. El paciente diligencia información personal, financiera y laboral, el sistema la cruza con burós de crédito y en menos de 30 segundos recibe una respuesta. Si es aprobado, puede elegir entre 3 y 36 meses de plazo y montos desde $300.000 hasta $25 millones. Los recursos se giran directamente al médico, evitando desvíos del dinero.

“Muchos médicos nos contaban que los pacientes abandonaban los tratamientos al no contar con recursos, o usaban el dinero para otros fines. Ahora reciben el pago en 48 horas y se concentran en tratar al paciente”, indica Gómez.

Los primeros préstamos fueron en odontología, donde los profesionales ya estaban familiarizados con modelos de financiamiento. La demanda creció rápidamente hacia otros segmentos como fertilidad, cirugía plástica y salud veterinaria. De hecho, hoy el 65 % de los créditos otorgados por Welli son para mujeres de estrato medio-bajo, especialmente en los niveles 2 y 3.

Hoy Welli cuenta con 40 empleados y más de 2.000 procedimientos financiados cada mes. El préstamo promedio es de $4 millones y el objetivo es ir más allá del crédito. “Queremos convertirnos en el banco de la salud”, explica Gómez. Eso significa ofrecer otros productos financieros enfocados en clínicas, médicos y pacientes, y expandirse hacia otros segmentos del gasto de bolsillo.

Para 2026, la empresa ya proyecta su expansión internacional. “Colombia tiene uno de los menores porcentajes de gasto de bolsillo en salud de la región, alrededor del 18 %. En países como México o Perú, ese gasto supera el 40 %, lo que representa una oportunidad enorme”, dice Jaramillo.

Más allá de las cifras, sus fundadores se sienten agradecidos de la transformación personal. “Uno se vuelve más cómodo con el ‘no’, con el fracaso, con cambiar de tema entre reuniones. Es más estresante que la vida corporativa, pero infinitamente más divertido”, reconoce Gómez. “Después de dar este paso, volver a lo anterior sería casi imposible”.

Fuente: Forbes Colombia

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