“La Ley Fintech no solo regula, también abre un camino para elevar estándares, promover la confianza y fortalecer la colaboración público-privada en el sistema financiero digital” — Claudia Sotelo, CMF.
En un momento clave para el ecosistema de servicios financieros tecnológicos, representantes del mundo público, privado y jurídico se reunieron para analizar el alcance de la Norma de Carácter General (NCG) N° 502, instrumento central para la implementación de la Ley Fintech en Chile.
El seminario, organizado por KPMG en Chile, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el estudio Ried Fabres y la empresa Altafid, abordó los principales desafíos que deberán enfrentar los más de 485 actores fintech activos en el país, entre ellos, la gestión del riesgo, la protección de datos personales y el principio de “suitability” o adecuación de productos a cada cliente.
Un nuevo marco para un mercado emergente
Las solicitudes de registro de asesores financieros aumentaron un 16% en el último año, alcanzando las 348 inscripciones. Esta creciente formalización marca un cambio de era para el sector.
“Esta regulación es pionera. Más allá del mandato legal, queremos trabajar con el mercado para entender los nuevos modelos de negocio y adaptar la regulación si es necesario”, afirmó Claudia Sotelo, jefa del Centro de Innovación Financiera de la CMF.
Gobierno corporativo y riesgo: para todos, sin excepción
Desde KPMG, María Soledad Rodríguez, socia de Financial Risk Management, abordó la necesidad de fortalecer la gobernanza en organizaciones de todos los tamaños.
“Independiente de si soy una empresa grande o pequeña, el principio del gobierno corporativo y la gestión de riesgos aplica. Debemos identificar los riesgos, tener planes de acción y evaluaciones periódicas”, explicó.
El principio de proporcionalidad, clave en esta norma, permite segmentar las exigencias según el tamaño del prestador, sin perder de vista la necesidad de contar con prácticas robustas que protejan a los usuarios.
El artículo 28 y la responsabilidad en la oferta de productos financieros
Uno de los puntos más relevantes del seminario fue el análisis del principio de suitability, consagrado en el artículo 28 de la Ley Fintech. Según explicó Ricardo Abogabir, socio del estudio Ried Fabres:
“No se pueden ofrecer productos que no se ajusten al perfil de riesgo del cliente. Además, si se contrata uno que no calza, debe quedar constancia de que fue bajo advertencia. Toda información financiera debe ser precisa y evitar inducir a error”.
El consultor Matías Valenzuela reforzó la importancia del proceso de onboarding, subrayando que la protección de datos personales será uno de los pilares fundamentales del nuevo entorno regulatorio, especialmente en un contexto de finanzas abiertas y circulación de información sensible.
Hacia un mercado más transparente y competitivo
En cuanto a los roles de asesores de inversión y agentes referidores, la NCG 502 permite desarrollarlos de forma conjunta, siempre que se declaren posibles conflictos de interés ante la CMF. La norma establece además nuevos criterios de trazabilidad de clientes activos y mecanismos de supervisión más claros.
Para Claudia Sotelo, este proceso representa una oportunidad para profesionalizar el mercado y brindar mayor protección a los usuarios:
“La implementación de esta ley no es solo regulatoria, es un paso hacia una industria más competitiva y confiable, en la que la colaboración público-privada será fundamental”.
Innovación responsable para un nuevo sistema financiero
La Ley Fintech abre un nuevo capítulo en la evolución del sistema financiero chileno: más digital, más inclusivo, pero también más exigente en términos de ética, transparencia y protección de las personas.
Porque en un entorno en constante transformación, la confianza se vuelve el activo más valioso. Y construirla requiere regulación, tecnología, colaboración y propósito.
Fuente: Diario Sustentable