El ecosistema fintech peruano vive un momento de consolidación y expansión, según los últimos datos de Finnovista Fintech Radar Perú, el país cuenta con más de 193 startups Fintech locales, abarcando sectores como pagos digitales, préstamos, gestión de patrimonio y financiamiento alternativo.
Esta expansión responde a una necesidad urgente de soluciones financieras más inclusivas y ágiles.
En paralelo, el emprendimiento en el Perú se mantiene firme, pues, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI),al cierre del 2024, se registraron 3.5 millones de empresas activas en el país, reflejando un incremento del 6.9% respecto al año anterior.
Sin embargo, muchas de estas empresas aún enfrentan barreras significativas para acceder a financiamiento oportuno y eficiente, lo cual impacta directamente en su sostenibilidad.
De hecho, en el cuarto trimestre del 2024, aunque se constituyeron más de 77,000 empresas, otras 292,000 cerraron operaciones. Esto representa una reducción neta del 8.2% del total de unidades activas.
“Uno de los factores más críticos detrás del cierre de miles de negocios en el país es la falta de acceso a mecanismos de financiamiento adaptados a la realidad de las mypes. Sin liquidez oportuna, muchas de estas empresas no logran consolidarse ni sobrevivir su primer año”, explicó Martín Santa María, gerente general de Liquidez Capital Perú.
“El resultado es una pérdida económica y emocional para miles de emprendedores que apuestan por formalizarse y generar empleo”, agregó.
Para miles de micro y pequeñas empresas, vender a grandes compañías implica emitir facturas que se cobrarán en 60, 90 o hasta 120 días.
Ese desfase entre lo facturado y lo efectivamente cobrado puede frenar operaciones críticas, postergar decisiones estratégicas o comprometer la continuidad del negocio.
En este contexto, el factoring digital emerge como una de las soluciones más relevantes.
Esta modalidad, promovida por empresas como Liquidez Capital Perú, permite a las pymes vender sus facturas por cobrar a través de plataformas tecnológicas que conectan a vendedores y compradores de forma sencilla, segura y sin trámites complejos.
El resultado: liquidez inmediata que impulsa la continuidad y el crecimiento.
«Hoy, la tecnología permite evaluar y procesar facturas en tiempo real, con estándares de riesgo más precisos y operaciones más eficientes. Eso ha permitido que el factoring deje de ser una herramienta limitada a grandes empresas, y se convierta en una solución accesible y escalable para las mypes formales”, añadió Santa María.
“Si queremos un país con tejido empresarial fuerte, debemos seguir impulsando estos modelos que conectan liquidez, tecnología y sostenibilidad”, concluye.
Con mayor digitalización, mejores marcos regulatorios y alianzas entre actores del ecosistema, el factoring digital puede convertirse en una palanca concreta para fortalecer el tejido empresarial del país.
Fuente: Apnoticias