La tecnología, una aliada en la protección de datos

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Fuente: La Tercera

El boom del e-Commerce y el surgimiento de nuevos medios de pago impulsados por la pandemia han significado extremar las medidas de ciberseguridad. Las mismas deben saber responder al acelerado desarrollo tecnológico.

Según el el Índice de Ventas Online, elaborado por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, tan solo durante el primer semestre del 2020 los pagos online aumentaron un 33,1% real anual. Se trata de un crecimiento exponencial impulsado principalmente por la pandemia y las medidas de confinamiento que privilegiaron que las personas permanecieran en sus casas para evitar el contacto social.

«La ciberseguridad implica conocer los movimientos y operaciones normales de cada cliente entre las distintas plataformas de pago que permitan detectar, alertar y ojalá prevenir fraudes y delitos. El anonimato, internacionalización y especialización de los ciberdelincuentes, la velocidad de la operaciones y la información personal que abunda en la red es caldo de cultivo para el delito», complementa Mauricio Sepúlveda, académico de la carrera de ingeniería civil informática de la Universidad San Sebastián.

Un panorama que continuará evolucionando, en un año en que se espera sigan las cuarentenas dinámicas y con medidas que buscan evitar la concentración de personas en lugares físicos de compra, como por ejemplo, los supermercados.

«En general, las técnicas que amenazan la seguridad del comercio electrónico no son nuevas, pero sí gracias al avance tecnológico éstas se han perfeccionado», agrega Jorge Vergara, académico del Departamento de Informática y Computación de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM). Algunas de estas amenazas incluyen malware, e-skimming, adware, aplicaciones y páginas falsas, cebos profesionales, ataques DDoS y bots ‘malos’, entre otras.

Pagos sin contacto

Aunque el pago en efectivo sigue siendo el formato más utilizado, la recomendación de evitar su uso durante la pandemia ha tenido un fuerte impacto en el aceleramiento del desarrollo e implementación de otros medios que eviten el contacto.

«Actualmente, la donación de tarjetas bancarias o casa comerciales o el robo de claves o datos de pago, requieren que los esfuerzos de seguridad de pago aumenten sin incrementar demasiado la complejidad o tiempo de verificación de estos métodos. Los nuevos sistemas de seguridad están basado en claves dinámicas y el contacless», explica Vergara. Dichas tecnologías de pago incluyen código QR, SnapTags, NFC y reconocimiento de imágenes.

En paralelo, que los teléfonos móviles puedan realizar las mismas o incluso más acciones de pago que un computador, los convierte en herramientas fundamentales. «El hecho de ser móvil le agrega al teléfono mayores vulnerabilidades, por pérdida, robos de equipo o de memorias y accidentes que impliquen visitar servicios técnicos que podrían vulnerar nuestra información. Por ello es recomendable utilizar todas las medidas de seguridad de que dispone el equipo móvil, más apps que protegen los datos y evitan el contacto y nunca perderlo de vista», agrega Sepúlveda.

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