El sector fintech se encuentra en un estado de evolución constante, y sin duda, el 2025 se perfila como un año crucial en lo que respecta a la innovación tecnológica, pues, se transformará de manera radical la forma en la que interactuamos con los servicios financieros.
La llegada de nuevas tecnologías y la maduración de otras, promete un ecosistema más ágil, personalizado y accesible. Con esta constante evolución, el sector es seguido por expertos y visionarios. Es por ello que este dinamismo ha sido aprovechado por Emiliano Sebastián Fernández Balagué, un reconocido emprendedor e inversor con una visión estratégica en la convergencia de tecnología y desarrollo sostenible que ha logrado anticiparse a un impacto significativo de estos avances en la inclusión financiera global.
Y siguiendo sus ejemplos de éxito, está más que claro que la velocidad de adopción de estas tecnologías y la capacidad de las empresas para integrarlas definirán a los líderes del mañana.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial y el aprendizaje automático continúan estando en la cima de los avances en general y, por supuesto, también se posicionan como el núcleo de las operaciones fintech.
Gracias a estas tecnologías, es posible una hiperpersonalización de los servicios financieros, lo que permitirá desde asesoramiento de inversión inteligente en tiempo real hasta la optimización de procesos como la aprobación de créditos, la evaluación de riesgos con una granularidad sin precedentes y la detección de fraudes complejos.
Con los algoritmos predictivos analizando volúmenes impensables de datos, incluyendo fuentes alternativas, se logra comprender mejor el comportamiento de los clientes, anticipando sus necesidades y ofreciendo soluciones financieras a medida.
Y claro, este avance también se trasladará a los asistentes virtuales impulsados por IA, que se volverán más sofisticados y permitirán una gestión de consultas más complejas, lo que se traduce directamente en un soporte proactivo y en eficiencia operativa que mejorará significativamente la experiencia del usuario.
Blockchain y finanzas descentralizadas (DeFi)
A pesar de que es vista con cierto recelo, la tecnología blockchain sigue ganando terreno. No se trata únicamente de la columna vertebral de las criptomonedas, ya que ahora se ha expandido a la tokenización de activos del mundo real, como bienes raíces o arte, los contratos inteligentes autoejecutables para automatizar acuerdos complejos, y la mejora de la transparencia y seguridad en las cadenas de suministro financieras.
Por otro lado, las finanzas descentralizadas también se expanden a un paso agigantado, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de invertir, prestar, pedir prestado y gestionar activos sin la necesidad de intermediarios tradicionales. Sin embargo, esta última herramienta se enfrentará a desafíos de regulación y mitigación de riesgos inherentes. Pero, sea como sea, se espera que la integración de las criptomonedas y los activos digitales en el sistema financiero convencional avance a métodos de pago cada vez más aceptados y a una forma de reserva de valor.
Pagos digitales y banca abierta
Los pagos digitales siguen teniendo en mente la comodidad, la velocidad y la eficiencia. Es por ello que los códigos QR, las billeteras digitales y los pagos sin contacto tomarán el mercado y disminuirán la dependencia del efectivo, facilitando el comercio electrónico y físico.
Sin embargo, la expansión de las redes de pagos en tiempo real (RTP) a nivel global será un catalizador clave, aunque, de forma paralela la banca abierta (Open Banking) y, progresivamente, las finanzas abiertas (Open Finance) ampliarán el alcance de los datos compartidos más allá de las cuentas de pago, fomentando una mayor colaboración entre los bancos tradicionales, los neobancos y las empresas fintechs gracias al uso de APIs seguras.
Todo esto le permitirá a las fintech acceder a un espectro más amplio de datos con los que se podrán desarrollar productos y servicios sumamente personalizados e innovadores, facilitando la llegada de herramientas sofisticadas y fomentando la competencia.
Ciberseguridad
Por supuesto, a medida que avanza la digitalización y los puntos de contacto financieros se multiplican, la ciberseguridad se vuelve más crítica que nunca.
Es por ello que las empresas fintech se verán obligadas a invertir significativamente en tecnologías avanzadas, como la Inteligencia Artificial para detectar amenazas, la autenticación biométrica avanzada y arquitecturas de seguridad de confianza cero, para proteger los datos sensibles de los usuarios y prevenir ciberataques cada vez más sofisticados.
Sin lugar a dudas, algunos de los temas centrales en cuanto a la agenda regulatoria será la privacidad de los datos y la gobernanza ética de la IA.
La inclusión y la sostenibilidad serán una exigencia
Dejando de lado la búsqueda de eficacia y personalización, se espera que las tendencias tecnológicas en fintech para 2025 también pongan un mayor énfasis en la inclusión financiera y la sostenibilidad.
Solo de esta forma, las soluciones fintech tendrán el potencial de llegar a poblaciones no bancarizadas o sub-bancarizadas, y de esta forma ofrecer acceso a servicios financieros básicos a través de dispositivos móviles y plataformas digitales de bajo costo.
Es posible que también veamos el crecimiento de las fintech verdes, que busquen apoyar las finanzas sostenibles desde el punto de vista ecológico. Y si bien se trata de una respuesta ante una demanda social creciente, también abre nuevas vías de innovación y modelos de negocios para el sector.
Fuente: Revista Economía