La autoridad monetaria quiere restablecer el mecanismo prohibido en 2020 para los préstamos no bancarios. Las fintech celebran la medida y advierten que podría mejorar la cobrabilidad entre dos y cuatro puntos.
En medio de un aumento sostenido de los atrasos en los pagos, el Banco Central analiza volver a habilitar el débito automático para el cobro de cuotas de préstamos, una herramienta cuya eliminación perjudicó especialmente al sector fintech. La medida permitiría que los créditos no bancarios recuperen un mecanismo clave de cobrabilidad que quedó vedado desde 2020, cuando la Comunicación «A» 6909 bloqueó la posibilidad de debitar directamente desde las cuentas de los clientes durante la cuarentena.
El director del BCRA, Pedro Inchauspe, confirmó que el organismo trabaja en la restitución de ese sistema. Durante su participación en el Argentina Fintech Forum, anticipó: «Es una herramienta para los préstamos. Si todo va bien, en menos de un mes vamos a sacar la norma, rehabilitando esta herramienta para cobrar el préstamo de manera digital y permitir el crecimiento del crédito».
Un deterioro más profundo en los créditos no bancarios
El último informe de inclusión financiera del propio BCRA refleja el deterioro en la capacidad de pago de los deudores. En junio de 2025, el 86,5% de los clientes cumplió sus compromisos en tiempo y forma, lo que representó el 93,4% del saldo total. Ambas métricas mostraron retrocesos respecto de diciembre de 2024: 2,5 puntos menos en cantidad de personas y 3 puntos menos en volumen.
La caída fue más marcada entre quienes tienen deudas con proveedores no financieros de crédito, donde el porcentaje de pagos al día cayó cuatro puntos, frente al descenso de dos puntos registrado entre clientes de bancos.
Reclamo histórico de las fintech
Para las firmas de crédito digital, la imposibilidad de usar débitos automáticos generó una desventaja estructural frente al sistema financiero tradicional, que sí pudo seguir utilizando CBU, alias y débitos en cuenta.
El CFO de Alprestamo, Pablo Blanco, lo explica así: «Las entidades financieras tradicionales mantuvieron el acceso a débitos automáticos, lo que generó una asimetría regulatoria frente a las fintech». Según su análisis, permitir nuevamente este mecanismo ayudaría a equilibrar la competencia. «Estimamos que puede lograrse una mejora de entre dos y cuatro puntos porcentuales en la mora, con aplicación adecuada», añadió.
Desde Ixpandit Fintech Factory, Matías Friedberg planteó que la herramienta debería modernizarse para ser eficaz: «La nueva herramienta debería tener la posibilidad de cobrar en billeteras virtuales… y no tener mucha fricción en la experiencia del usuario», apuntó, recordando que hoy 8 de cada 10 transferencias involucran una CVU.
Además, subrayó que la eliminación del Debin complicó la operatoria del sector: «Al obstaculizar la principal herramienta de cobranza, subieron tanto los costos operativos como el riesgo. Fue perjudicial para el ecosistema en general».
Blanco coincidió en que derogar la restricción es un paso necesario: «Esa normativa limitó de forma considerable el desarrollo de productos de crédito digital». También destacó su impacto financiero: «El uso de un mecanismo de cobro automático permite estimar con mayor precisión las fechas y montos esperados de recupero. Esto es clave para proyectar ingresos, provisiones y liquidez».
Cautela desde la banca tradicional
Aunque la iniciativa fue bien recibida por el ecosistema fintech, algunos actores del sistema financiero tradicional piden prudencia. Una fuente del sector advirtió: «Esa operatoria se prohibió por los abusos que hubo en el pasado… Eso no debería volver a pasar». Y reclamó controles estrictos sobre las empresas que puedan utilizar el sistema: «El BCRA debería ser muy cuidadoso… verificando tasas y prácticas de protección al usuario».
Fuente: Memo.com




