Coaching empresarial: la startup que entrena líderes

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Fuente: La Tercera

Tras estar en Silicon Valley, Patrick Mork y Jeanine Kenigstein fusionaron su experiencia en el rubro y fundaron un proyecto de coaching para startups y empresas que necesiten potenciar su liderazgo. Debido al gran cambio de paradigma empresarial y desafíos digitales, imparten talleres a más de 85 compañías de todos los tamaños, como Walmart, Chilexpress y Beetrack.

La idea inicial de este proyecto tiene su base en las métricas. Las fallas de un líder a cargo de una empresa puede traer como consecuencia un 76% menos confianza y un 74% más estrés en los colaboradores, según un reporte de Harvard Business Review. Esta realidad interesó a Patrick Mork y Jeanine Kenigstein a comenzar su propia startup de coaching para compañías, llamada Leap. En los últimos años, gracias a la necesidad de crear espacios de trabajo más horizontales y enfocados en la nueva cultura empresarial, han podido trabajar con una amplia cantidad de compañías grandes y pequeñas, entregando herramientas de liderazgo a través de una serie de programas y talleres para personas en puestos importantes.

“Estamos viviendo un cambio muy grande con respecto a la cultura empresarial. Nos dimos cuenta que había una necesidad de liderazgo inmensa”, comenta Patrick Mork, uno de los fundadores de Leap. En 2018 comenzó a trabajar haciendo coaching a startups, pequeñas compañías que, a sus ojos, serán el futuro económico del país. Muy pronto supo que, a pesar de tener proyectos innovadores con buena formación y ejecución, estos grupos jóvenes no tenían las habilidades blandas para hacer crecer y potenciar el negocio. Necesitaban herramientas en situaciones específicas, como dar feedback siendo jefe, manejar situaciones de conflicto o cómo empoderar a los trabajadores.

En 2019, esta necesidad fue escalando y ya para 2020, justo cuando comenzó la pandemia, las empresas necesitaban más que nunca una forma de aprender cómo trabajar de forma remota. Fue en ese entonces cuando al equipo se sumó Jeanine Kenigstein, psicóloga y coach, que vio en la oportunidad de emprender un nuevo comienzo.

“Cuando hay una falta de liderazgo en una compañía, tiene graves repercusiones. Sin liderazgo, la gente está más estresada, su nivel de productividad y felicidad baja, no comunica bien, no tiene espíritu de camaradería”, explica Jeanine Kenigstein con determinación. Comenta que la experiencia que le ha dado más de 11 años en el rubro, le ha servido para entender que la gente simplemente se va de las empresas con mal liderazgo, y que, en cierta forma, es fácil cambiar eso. Solo se tiene que concientizar a las compañías.

Chile es un país con la cifra de rotación laboral más alta dentro de los países desarrollados. Esa urgencia de actuar, para mejorar el panorama actual, fue otra de las razones por las cuales ambos decidieron emprender. Sin embargo, la importancia de la experiencia personal es la que más les pesó al momento de tomar decisiones. Y las vidas de ambos gatillaron una necesidad de cambiar la mentalidad de trabajo.

Este cambio de hábitos llegó a Patrick Mork después de una dura lucha personal mientras trabajaba en Google y vivía en Silicon Valley. “Era uno de esos obsesivos compulsivos que trabajaba todo el tiempo y todos los fines de semana. Un día se me vino todo abajo. Me dejó mi señora, me echaron del trabajo y estaba con una crisis personal muy fuerte”, relata. Fue allí cuando un par de amigos le recomendaron que tomara un coaching. Pensó que tenía que hacer un gran cambio en su vida, y que uno de esos cambios era identificar sus problemas, ordenar sus ideas y seguir. Pero no fue hasta que casi tuvo un accidente en bicicleta que escuchó los consejos de sus más cercanos. “Me podría haber matado. Ahí llamé a un coach”, explica. Le gustó tanto la forma de trabajar que se certificó para ser coach él mismo.

Comenzó a hacerle coaching, o entrenamiento empresarial, a sus amigos que seguían trabajando en Google, Facebook y Yahoo, compañías grandes que si bien están más modernizadas con respecto a sus prácticas empresariales, también tenían problemas de liderazgo en algunas de sus áreas. Así, de un momento a otro, encontró su propósito, después de 20 años.

Para Jeanine fue un poco diferente. Creció en una familia de psicólogos y coaches. Estudió psicología y trabajó siete años en Procter and Gamble, donde pudo vivir la experiencia de compañía desde el otro lado. “Vivir esos pequeños problemas del día a día te da un valor diferente, y por eso después salté al coaching ejecutivo”, comenta.

Aún con historias distintas, ambos congeniaron en la idea y en el hecho de que un buen entrenamiento corporativo, un cambio de hábito, no sólo ayuda a la persona a ser mejor jefe o líder, sino que desarrolla habilidades blandas que ayudan en cualquier circunstancia. “Las personas que participan en los programas saben que esto tiene un efecto multiplicador en los entornos de las personas que los hacen, porque un gerente que aprende a comunicar mejor en la empresa lo aplica para ser un mejor papá, mejor esposo, mejor hermano y mejor amigo”, afirma la fundadora.

Nueva cultura empresarial

Una de las clave de este proyecto, según sus creadores, es que el foco está en las startups y empresas que están creciendo rápidamente. Ellos tienen la particularidad de que muchas veces no cuentan con las herramientas, pero pueden aprenderlas fácilmente mientras crecen. “Un cliente nos contaba que de 50 personas que tenían a mediados del año pasado, ahora proyectan el próximo año llegar a 2.000. Ese nivel de crecimiento trae desafíos desde la cultura de empresa, y hay que asegurar que ellos tengan las herramientas”, dice Jeanine Kenigstein.

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