¿Qué pasará en 2024 en Chile? Expertos entregan sus proyecciones económicas y financieras

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2023 fue un año de altos y bajos para la economía chilena: la recesión quedó atrás, se controló la inflación -que terminará 2023 alrededor de 4%, proyectan expertos- y el Banco Central comenzó la senda del recorte de tasas de interés. Por su parte, la actividad sigue sin levantar cabeza y la desocupación va en aumento: en noviembre llegó a 9%, su mayor nivel en dos años.

“Las perspectivas para 2024 son de un crecimiento muy moderado, una recuperación lenta, tasas de desempleo persistentes, pero con una reducción de la inflación. Por esa razón es probable que las tasas de interés del BC lleguen a 5%, pero en general se proyecta un crecimiento más bien lento, en torno al 1%”, proyecta Carlos García, académico de la Facultad de Economía y Negocios, U. Alberto Hurtado.

Como es tradición en los finales de año, le pedimos a distintos expertos que entregaran sus proyecciones para 2024 en sus áreas de expertise: se espera una aceleración del mercado inmobiliario chileno, una estabilización del IPSA, un rally en la industria cripto y un leve crecimiento en el mercado accionario de Estados Unidos. Estos son los detalles.

Macroeconomía chilena – Diego Valda, consultor senior Zurich AGF

Una vez conocido el resultado del referéndum para la segunda propuesta constitucional, gran parte de la incertidumbre política se disipa, al menos en el corto plazo.  La economía chilena mostraría una recuperación, impulsada por un efecto base en la mayoría de los componentes del PIB, y una política monetaria que continuaría siendo acomodaticia. Por otra parte, el desempeño del mercado local y de la actividad económica, dependerá en gran medida de la evolución de los mercados internacionales, donde los siguientes factores serán clave para su evolución:

  1. El inicio del ciclo de recortes de la Tasa de Política Monetaria por parte de la Reserva Federal.
  2. Un “aterrizaje suave” de la economía estadounidense, lo que si viene acompañado del inicio del ciclo de recortes de la Fed podría impulsar el apetito por riesgo en inversionistas.
  3. Mayores medidas de estímulo por parte del gobierno chino que buscarán reactivar el sector industria lo cual podrían impulsar los precios de las materias primas.
  4. El resultado de las elecciones en Estados Unidos podría significar un foco de incertidumbre y volatilidad.

Desafíos para el crecimiento -Claudia Barrera, gerenta de finanzas corporativas en PKF Chile

Parecería haber cierta estabilización en el nivel de tasas de interés, lo que hace que éstas tiendan a la baja y, por lo tanto, estimulen la inversión real. Eso genera un buen contexto que sin duda podría favorecer a Chile. A nivel de preocupaciones para nuestro mercado, la situación de permanente inestabilidad podría aún generar efectos negativos en nuestros niveles de crecimiento. Hay que mirar de cerca tres factores.

En primer término, la situación tributaria. Se trata de un elemento crítico para la inversión. Es imposible evaluar un proyecto si no se sabe cuál es la tasa de impuestos a la que se enfrentará un proyecto. Además, la tasa de impuestos -y muchas veces nos olvidamos de esto- también condiciona la tasa de descuento, por lo que resolver ese punto resulta crítico para un país que busca volver a niveles de inversión importantes.

Como segundo factor, creo que el tema previsional es un asunto que también genera distorsiones, probablemente menores a las tributarias, pero que sí produce desequilibrios.

Y como tercer elemento, no me queda claro cómo se resolverá la situación de las Isapres. Eso puede, por lo menos durante el primer trimestre o semestre de 2024, afectarnos negativamente porque genera desequilibrios que golpean a una industria que es crítica para el desempeño de otros mercados.

Creo también que el gobierno tiene ámbitos reales para ayudar a la inversión. Me refiero, por ejemplo, al sector de la construcción. Ese sector está especialmente golpeado, pero con cierto liderazgo podría retomar niveles dinámicos que serían importantes para la reactivación global.

Mi esperanza es que el próximo año crezcamos sobre el 2%, que es lo que muchos analistas están viendo como objetivo. Pero ello requiere protagonismo por parte del Ejecutivo.

Mis expectativas son positivas, primero porque veo que la inflación está efectivamente controlada y ese es un primer paso. Creo que en la medida en que la clase política lea como una señal crítica el resultado del plebiscito del pasado domingo, se verá estimulada para alcanzar consensos.

Mercado inmobiliario – Felipe García, director de Tinsa Cono Sur

Para el próximo año visualizamos un primer semestre que se asemejará mucho al cierre de 2023, en el que se logró una estabilización en las cifras del mercado. Anticipamos una recuperación gradual, pero constante, especialmente a partir del segundo semestre. Será de vital importancia contar con un entorno económico de mejores indicadores generales, por ejemplo, de crecimiento o inflacionario. Sin embargo, aún más crucial será la eventual mejora de las condiciones de financiamiento para la adquisición de viviendas. En ese último punto, deberemos estar atentos a la evolución de las tasas hipotecarias y a las distintas reacciones por parte de la banca, como el reciente plan de rebaja de tasas que ya está llevando a cabo el Banco Estado.

Los bancos financian préstamos a largo plazo, como los hipotecarios, emitiendo bonos en los mercados financieros o solicitando préstamos a entidades internacionales. Las tasas de interés hipotecarias fijadas por los bancos están directamente vinculadas a las tasas de mercado de bonos a largo plazo y de instituciones internacionales. Uno de los más importantes son los bonos del Tesoro de Estados Unidos, los cuales, influenciados por las tasas de interés de referencia de la Fed en un año de aumentos significativos (actualmente entre 5,25% y 5,5%), han impactado en el alza de las tasas de interés globales. Sin embargo, se comienza a vislumbrar la posibilidad de recortes de tasas en el 2024 debido a los resultados positivos en el control de la inflación en Estados Unidos, lo que eventualmente podría reflejarse en tasas más favorables para los créditos hipotecarios en Chile.

IPSA – Jorge Tolosa, operador de renta variable de Vector Capital

Seguimos estimando un IPSA en torno a los 5.500 puntos. No vemos un gran cambio para determinar un aumento importante. El parámetro que va a marcar el punto de inflexión en la bolsa va a depender de las tasas de interés. La incertidumbre política se va a mantener, pero la incertidumbre económica debería disminuir, ya que hay perspectivas de recuperación en Chile y en el mundo.

Hay algunos factores que pueden seguir manteniendo una incertidumbre. Por ejemplo, la recuperación de China, que tiene implicancias directas en el precio del cobre. También hay expectativas, por ejemplo, de qué va a pasar con SQM en el caso de Azure Minerals y con el convenio con Codelco por el Salar de Atacama. De ser exitosas cualquiera de esas dos opciones, existirán implicancias directas en el precio de la acción.

En términos generales veo un buen año para el sector bancario: BCI y Banco Chile tendrán un buen retorno por dividendo. También proyecto implicancias positivas para acciones como Colbún, por la disminución de los costos como el petróleo, carbón, gas natural y con una mayor generación en base a agua. Además, veo una recuperación en el precio de la celulosa, pero hoy estamos comprando esos papeles con una potencialidad alta dependiendo del factor China.

Hay otras compañías que se ven con un crecimiento, como Latam, ya que ya entregaron sus proyecciones para 2024. Pero también hay sucesos que podrían implicar un impacto importante en los resultados, como cotizar sus acciones en EEUU y una eventual reestructuración de su deuda.

Mercado cripto – Christopher Storaker, CEO de Arch.Finance

2024 promete ser clave para la industria de los criptoactivos, con varios eventos anticipados que podrían tener un impacto positivo en el sector. Iniciando con la decisión de la SEC en enero sobre la aprobación de un ETF spot de Bitcoin, que los analistas de Bloomberg estiman tiene un 90% de posibilidades de ser aprobado. Además, el halving de Bitcoin está previsto para abril y -si la historia se repite- podría influir significativamente en los precios de mercado dado el cambio en la dinámica de oferta y demanda, por la reducción en su emisión por la mitad.

Para Ethereum también se espera un año próspero. Con la actualización EIP-4844, también conocida como Proto-danksharding, prevista para la primera mitad de 2024, se espera que traiga beneficios como la reducción de los costos de transacción y un aumento en la escalabilidad de la red Ethereum. De hecho, JP Morgan recientemente publicó un informe de su equipo en el que evalúan que -tras estas mejoras- Ethereum podría tener un mejor desempeño que Bitcoin en 2024.

Desde una perspectiva macroeconómica, el posible inicio de la reducción de las tasas de interés en los EE.UU., esperado por el mercado para mayo o junio, también podría tener un impacto favorable en los activos de riesgo en general y en particular, los criptoactivos.

Sin embargo, hay cuestiones económicas más amplias que podrían afectar la industria, por ejemplo, cómo la Fed ve la situación del empleo en EEUU, aún con señales de fuerte calentamiento. Las tensiones geopolíticas  que aún no están totalmente resueltas. La crisis inmobiliaria en China, igualmente es un problema aún por solucionar. Estos factores están en el radar de los inversores de riesgo y requieren atención constante.

Acciones en Estados Unidos – Ignacio Mieres, estratega de mercados XTB Latam

En octubre las bolsas enfrentaron pesimismo por la inflación y la caída en la demanda global. Sin embargo, el mercado experimentó un sólido impulso alcista respaldado por las perspectivas sobre reducción de tasas en 2024 y una inyección de liquidez. Para 2024, las perspectivas mejoraron, anticipando la flexibilización de políticas monetarias, un efecto positivo para la demanda global y con el respaldo de ser un año electoral en Estados Unidos, lo que podría mantener el impulso.

Aunque las empresas tecnológicas tuvieron un repunte este año, la amplitud del mercado fue baja. Si la entrada de dinero persiste, la amplitud podría mejorar, beneficiando a empresas de pequeña capitalización y REITs. Observamos una fuerte revalorización de la plata y el oro, lo que podría aumentar los beneficios para mineras vinculadas a estos metales preciosos.

La industria petrolera también podría beneficiarse ante mejoras en la demanda mundial. Sin embargo, es crucial considerar que estos escenarios asumen una flexibilización de la política monetaria sin daños notables en los indicadores económicos. Los riesgos incluyen un repunte de la inflación, caída en la demanda o conflictos geopolíticos. Monitorizar los datos económicos de Estados Unidos será fundamental.

Fuente: DF MÁS

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