Biometría: De la huella dactilar al reconocimiento facial

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Fuente: www.expansion.com

Los fabricantes de ‘smartphones’ quieren que sus teléfonos sean seguros, para lo que recurren a los últimos avances en biometría. Su fiabilidad también ha atraído a los bancos, que empiezan a usar estos sistemas.

Realizar un pago con la huella dactilar o abrir una cuenta bancaria mediante un selfie ya es posible en España gracias a la biometría. Esta tecnología se basa en la identificación mediante rasgos o características físicas, únicos en cada persona, por lo que se convierte en una fórmula más segura que las tradicionales contraseñas.

Pero lejos de lo que se pueda pensar, no es nada novedoso. De hecho, el empleo de las huellas dactilares se remonta a 1858 en India, cuando un inglés comenzó a utilizar las huellas de las manos para firmar los documentos. Visto su potencial, este sistema fue utilizado para la identificación de criminales en centros penitenciarios, y actualmente todos tenemos que plantar la huella dactilar en una máquina cuando vamos a renovar el DNI.

No fue hasta el 2007 cuando los lectores de huella se instalaron en los teléfonos móviles. Acer, Toshiba o HTC, entre otros, lanzaron dispositivos con este sistema, pero pasaron desapercibidos hasta que en 2013 Apple lanzó el iPhone 5S con un sensor de huellas. Ahora, cuatro años más tarde, no hay smartphone de gama media o alta que se precie sin esta tecnología y la tendencia apunta a otras fórmulas biométricas, como el reconocimiento del iris o el escáner facial.

Nuevas fórmulas

Samsung fue la primera compañía en equipar un teléfono con la función de desbloqueo mediante el iris y reconocimiento del rostro. Fue en el Note 7, que tuvo que ser retirado por problemas con la batería, así que hasta el Galaxy S8, lanzado en marzo de este año, los usuarios no han podido disfrutar de esta tecnología. «El reconocimiento facial y el escáner de iris son métodos diferentes y complementarios. La tecnología de reconocimiento facial que incluye Samsung Galaxy S8, independiente del escáner de iris, ofrece un método rápido y cómodo para desbloquear el dispositivo. Por su parte, el escáner de iris resulta útil para aquellos casos en los que se necesite una capa extra de seguridad, como los pagos móviles con Samsung Pay. Según los expertos, es doscientas veces más seguro que la huella dactilar y aún más que el reconocimiento facial», explican desde Samsung.

En cada dispositivo sólo es posible registrar un patrón de iris y Samsung asegura que «hemos desarrollado nuestros propios algoritmos de escáner de iris, garantizando que las lecturas de los patrones de iris sean precisas y la información encriptada quede almacenada en un contenedor de máxima seguridad dentro de Samsung Knox. Incluso si el usuario perdiera o le robaran el teléfono, sus datos de iris no se verían comprometidos».

Según apuntan los expertos, el nuevo iPhone que será lanzado en septiembre, también contará con estas tecnologías biométricas. Las filtraciones que se han conocido hasta el momento parecen indicar que en la parte delantera del nuevo iPhone se incluyen unos sensores que podrían servir para el reconocimiento facial o para el escáner de iris. Por ahora sólo son rumores, pero todo apunta a que esta nueva tecnología será adoptada en los teléfonos de gama alta que lleguen en los próximos meses. «El propósito de Samsung es seguir ofreciendo experiencias móviles que resulten al mismo tiempo completamente seguras y cómodas para los usuarios. Nuestros equipos de I+D trabajan en esa dirección, incorporando los últimos avances en tecnología biométrica a cada uno de nuestros dispositivos», afirman desde Samsung.

«Podríamos considerar que el reconocimiento facial será el futuro de la biometría, gracias a la facilidad de capturar una cara con la cámara de cualquier dispositivo. No puede haber método más natural y fiable para reconocer una identidad. Por ello, se estima que en 2020 esta tecnología llegue al 100% de los dispositivos móviles. Con la identidad biométrica, no será necesario disponer de identidad física y será posible hacer cualquier transacción desde cualquier parte sin necesidad de contraseñas», asegura Salvador Martí, presidente de la compañía especializada en biometría FacePhi.

Uso en la banca

La búsqueda de la máxima seguridad en el uso de los teléfonos móviles como monedero ha llevado a algunas entidades bancarias a trabajar con biometría. «En noviembre de 2016 lanzamos la opción de darse de alta como cliente a través de un selfie, tras recibir la aprobación del regulador, que aprobó que esta tecnología podía funcionar en un banco. La respuesta está siendo muy buena y en el primer trimestre del año el 18% de las altas mensuales de nuevos clientes de BBVA España son digitales», apunta Raúl Uriarte, director adjunto de Transformación Digital de BBVA en España.

Los planes de BBVA respecto al uso de la biometría, no se quedan en los selfies. «Tenemos muchas claves y no es fácil recordarlas. La biometría facial elimina este proceso tedioso y hace que la posibilidad de que alguien use un terminal de forma fraudulenta sea imposible. Hemos empezado por usar esta tecnología en el alta en el banco y a medida que los clientes vayan respondiendo se irán incorporando en otros procesos más relacionados con la contratación de productos. Por ejemplo, para operaciones de importe elevado en los que se requiera de una autentificación, o a la hora de cambiar datos personales o domicilios de correspondencia. Sabemos que el reconocimiento de la cara y del iris es más seguro incluso que la huella, por lo que seguiremos apostando por ello», añade Raúl Uriarte.

Del empleo de la biometría en la banca saben mucho en la compañía FacePhi. «Somos el único fabricante de biometría facial con una base instalada de 13 bancos en producción con el usuario final del banco, en banca móvil, banca web, kioscos, sucursales, ventanillas, proceso de On-Boarding y wallets. En este momento estamos en pruebas de muchos bancos en el mundo y terminaremos el año con más de veinte bancos en producción», explica Salvador Martí.

La compañía con sede en Alicante trabaja con entidades a nivel mundial, como el Banco Banregio y Banco Inbursa de México, el Banco Pichincha, Banco Pacífico y Banco Guayaquil en Ecuador, el Banco Nacional, Coopeservidores y Grupo Mutual en Costa Rica, Arquia de España o el Banco ICBC.

Por su parte, MasterCard también ha empezado a trabajar con tecnología biométrica y ha revelado sus planes para simplificar la experiencia de compra online de sus clientes a través de selfies. Según explica Fabrice Méndez, director de ventas para Iberia de la plataforma de pagos SlimPay, «Algunos expertos han cuestionado su seguridad. Sin embargo MasterCard insiste en que dispone de controles de seguridad para detectar comportamientos sospechosos. Además, la aplicación requiere que el usuario parpadee, con el fin de garantizar que se trata de una foto en vivo del usuario y no de un estafador que simplemente ha hecho una foto de la foto original».

Los datos

Un estudio de Visa realizado en 2016 en Europa demuestra que más de dos tercios de los consumidores europeos están dispuestos a utilizar una identificación biométrica a la hora de realizar un pago. – La mitad de los europeos (51%), mantiene que la autentificación mediante biometría en los pagos podría hacer que la experiencia de compra fuera más rápida y fácil que con los métodos tradicionales. – Un tercio de los encuestados por Visa (31%) considera que la tecnología biométrica mantiene sus datos más seguros, incluso si se roba el dispositivo. – Más de la mitad de los europeos aseguran que el uso de la huella dactilar es su fórmula biométrica favorita.

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