En cuanto a soluciones avanzadas para la detección temprana de ataques, Kaspersky dice que poco más de la mitad de las organizaciones en el país (70%) emplea servicios de Threat Intelligence (inteligencia de amenazas), que proporcionan información sobre ataques recientes y posibles riesgos para anticiparse; un cuarto (16%) ha adoptado soluciones de detección y respuesta extendida (XDR); el 32% utiliza soluciones de detección y respuesta en endpoints (EDR); y el 36% usa SIEM, un sistema que correlaciona datos de seguridad para detectar amenazas rápidamente.
El 96% de las empresas chilenas entrevistadas en la nueva encuesta de Kaspersky, aplicada a 300 líderes de ciberseguridad en Latinoamérica, afirma que los datos y sistemas de sus compañías están bien protegidos. Sin embargo, el 32% de las empresas chilenas no utiliza protección para endpoints (antivirus) y el 54% no cuenta con firewall, ambas medidas básicas de seguridad.
En cuanto a soluciones avanzadas para la detección temprana de ataques, Kaspersky dice que poco más de la mitad de las organizaciones en el país (70%) emplea servicios de Threat Intelligence (inteligencia de amenazas), que proporcionan información sobre ataques recientes y posibles riesgos para anticiparse; un cuarto (16%) ha adoptado soluciones de detección y respuesta extendida (XDR); el 32% utiliza soluciones de detección y respuesta en endpoints (EDR); y el 36% usa SIEM, un sistema que correlaciona datos de seguridad para detectar amenazas rápidamente.
“Este análisis sobre el uso de herramientas y servicios de protección indica que la mayoría de las empresas difícilmente podría detectar y responder a un ataque a tiempo para neutralizarlo antes de que tenga éxito. Una ciberdefensa eficaz se apoya en un tripié formado por personas, procesos y tecnología. Cuando uno de estos pilares se descuida, la protección corporativa se vuelve frágil y reactiva”, explica Claudio Martinelli, director general para Américas en Kaspersky.
“Implementar soluciones de alta complejidad sin una estructura interna sólida, personal capacitado u objetivos claros es como construir castillos de arena: las tecnologías fallan porque la base es inestable. Antes de cualquier inversión, es esencial evaluar la madurez de la organización, la capacidad del equipo y qué tecnología puede ofrecer la mejor protección posible con los recursos técnicos y humanos disponibles”, advierte Martinelli.
Fuente: Forbes Chile




