Vicepresidente de Corfo: «Hemos sido incapaces de crear una industria de capital de riesgo de fase temprana»

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1947405_300Eduardo Bitran habla de la agenda energética y detalla el rol que tendrá la entidad en la implementación del plan. También aterriza la Agenda de Productividad, cuenta cómo está reestructurando Start-Up Chile y la ayuda del Banco Mundial en el marco de la auditoría a Fogain.

Un amplio y antiguo escritorio de madera tapizado de papeles, informes y libros, entre los que destacan las agendas de energía y productividad lanzadas por el gobierno, la semana pasada, se impone a la entrada de la oficina de Eduardo Bitran, quien en marzo fue nombrado vicepresidente ejecutivo de Corfo.

No es la primera vez que está en esta institución, creada en 1939: trabajó en ella durante el gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ocupando el cargo de gerente general.

En este nuevo paso por Corfo, el también ex ministro de Obras Públicas explica que uno de los cambios que ha vivido es que ha tenido que meterse de lleno en el diseño de las agendas de energía y productividad, dado que la entidad tendrá un rol clave en la implementación de ambas (ver recuadros). “En aquellos temas que fuimos requeridos participamos entusiastamente y generamos una visión compartida”, indica.

Bitran habla claro, sin echar mano a apunte alguno y repasando punto por punto la estrategia fijada para la agenda energética, la cual no es ajena para él pues durante la campaña presidencial fue parte de la Comisión de Energía de la entonces candidata Michelle Bachelet.

“Esta agenda -afirma- es estupenda, ya que da cuenta de las necesidades de Chile hoy y tiene una comprensión cabal de los desafíos políticos que implica el desarrollo de una visión compartida”.

¿Por qué?, se pregunta, “porque la institucionalidad fue destruida en el pasado reciente. Barrancones destruyó la institucionalidad. Entonces, lo que hay acá es un esfuerzo notable, con una visión holística, de cómo incorporar a todos los actores a generar una visión compartida. Lo que hay acá es un camino y ese camino hay que recorrerlo. Y me parece extraordinariamente bien logrado”.

La nueva estrategia

Uno de los sellos que le dará a Corfo será el desarrollo de la “agenda de programas selectivos”, la cual está relacionada con la implementación de las agendas de energía y productividad. Cuenta que este plan ocupará “cerca del 30% de los recursos, que ascienden a $ 30 mil millones al año, más lo que se pueda apalancar del Fondo de Iniciativas Estratégicas”. Pero no será lo único.

El 70% restante de los recursos de Corfo y “los casi US$ 4.000 millones que tenemos en garantías y colocaciones, se van a a seguir colocando de forma neutra, es decir, van a responder estrictamente al empresario que quiere tomar un crédito o pedir un fondo para innovación”. En esta línea, la hoja de ruta incluye trabajar en “fortalecer drásticamente el emprendimiento de alto potencial de crecimiento. Eso está en la agenda de forma explícita”, sostiene Bitran.

El vicepresidente de Corfo ejemplifica lo anterior con las empresas innovadoras con capacidad tecnológica, que parten como Start-Up, es decir, como una empresa nueva y que deben pasar el valle de la muerte: “Es la etapa donde las empresas tienen problemas de liquidez, no hay ventas significativas y tienen que crecer”, define. En el mundo abierto, sin apoyo del Estado, añade, entre un 3% y un 5% de las empresas pasan el valle de la muerte.

Por ello, explica que el desafío es crear mecanismos de apoyo que permitan generar “muchos Start-Up, de alto potencial, pero que un porcentaje significativo pase el valle de la muerte y se transforme en grandes emprendimientos”. Bitran es enfático sobre este eje: “No hemos pasado como país ese desafío. Hemos sido, hasta ahora, incapaces de crear una industria de capital de riesgo de fase temprana, que invierta US$ 200 mil o US$ 500 mil en las etapas de mayor riesgo. Y eso está planteado en la agenda como un tema central”.

Por ese motivo, el sello que dará a Corfo tiene que ver, también, con construir un “ecosistema para el emprendimiento dinámico. No vamos a tener iniciativas que lo que pretenden es generar mucho ruido y titulares en la prensa. Ojalá tengamos titulares, pero lo más importante es tener impacto y generar las capacidades que el sistema tiene”, afirma.

El vicepresidente adelanta que para la creación de dicho ecosistema de emprendimiento dinámico ya están en desarrollo los instrumentos necesarios, “se van a lanzar antes de fin de año y son parte central de la agenda de innovación”.

Lo anterior, está estrechamente ligado a la nueva estrategia que dibujó el vicepresidente para la entidad: poner a Corfo en otra fase, más acorde con la industria moderna. “Hacia donde está ahora el desarrollo mundial”, indica.

Reestructuración a Start-Up

A futuro, explica Bitran, todas las iniciativas “van a estar de alguna manera insertas en esta visión sistémica”, donde apoyarán a incubadoras aceleradoras de negocios, redes de ángeles, administradores de capital de riesgo de fase temprana y también de fase madura, entre otros. “Vamos a tener todo el ecosistema. Entonces, programas como Start-Up Chile se van a insertar en ese ecosistema y no va a ocurrir que vienen acá los emprendedores y luego se van de vuelta sus países, porque no pudieron encontrar cómo desarrollar sus negocios en el país”.

¿El presupuesto? El ejecutivo calcula que para el ecosistema de emprendimiento dinámico “deberíamos tener unos $ 20 mil millones de pesos al año, aproximadamente”. Respecto altiming, Bitran es claro: “No podemos esperar, esto tiene que modificarse de inmediato. Lo estamos trabajando y tiene que ser implementado antes de fin de año”.

Se ha dicho que hay una mala evaluación del programa Start-Up Chile, ¿por qué lo van a continuar?

Tenemos una buena y una mala evaluación. Una buena evaluación en el sentido de la idea de construir en Chile emprendedores que quieran trabajar en nuestro país y que genere una fertilización en el sistema de innovación chileno. También, una buena evaluación del efecto de imagen que creó a nivel internacional, posicionando a Chile como un país que se atreve en los temas de emprendimiento dinámico”.

Pero, también, hay otra lectura: “Tenemos una mala evaluación en términos del impacto económico que ha creado el programa. A partir de una evaluación que hizo el gobierno anterior, vimos que de 560 proyectos que se hicieron entre 2010 y 2011, y principios de 2013, dos tercios de ellos no pudieron ser contactados luego de que se le asignaron los recursos. Después de los cuatro meses se fueron a sus países de origen y no se los volvió a ver. Alrededor de 70 empresas contrataron a algún trabajador y sólo 38 empresas generaron ventas en el país. Y todavía no sabemos cuántas de ellas fueron exitosas, por lo tanto, las tasas de éxito pueden andar sólo por el 2%, probablemente. Hasta ahora, se han invertido US$ 10 millones por año y con este período sumaremos US$ 40 millones.

¿Auditará el programa?

No, ya está evaluado y lo que estamos haciendo es reformularlo para que tenga impacto. La agenda de innovación dice que Start-Up se va a integrar al ecosistema en Santiago y en regiones. Eso es clave, además se le dará continuidad con los instrumentos y vamos a cambiar la proporción: tendremos un 50% de emprendedores nacionales y partiremos con un énfasis mucho mayor en América Latina. Vamos a tener muchos empresarios de países vecinos que van a venir a Chile y podremos hacer negocios conjuntos. Y la probabilidad de que algún proyecto se mantenga y se establezca en Chile va a ser mucho mayor. Y los vamos a incorporar al sistema de innovación, esta gente va a tener que estar donde están las incubadoras y en vinculación, además, con estos fondos de capital de riesgo de fase temprana, donde las probabilidades de que ellos puedan levantar capital en la fase siguiente y desarrollar los negocios en el área siguiente va a aumentar dramáticamente. Porque no se justifica para nosotros estar gastando US$ 10 millones al año, para llevar a empresas a Silicon Valley, para que hagan los negocios después en EE.UU. y en Chile, porque eso tiene muy poco impacto aquí.

Auditoría a Fogain

¿Se hará alguna auditoría en otros programas de Corfo?

Efectivamente, al llegar ordené una auditoria inmediata al programa de garantías Fogain -garantías estatales para que la banca le pueda prestar dinero a la pequeña y mediana empresa para maquinarias o inversiones-, porque subió de US$ 500 millones a US$ 2.500 millones en sólo tres años, y me dio extrema preocupación. Además, hay un informe de la Contraloría que nos llama la atención, de marzo de 2010, sobre esta materia. Hoy estamos trabajando, incluso hemos solicitado apoyo del Banco Mundial, para que nos ayude a evaluar lo que ocurrió en este período y poder rediseñar el programa de garantías, de modo que sea un programa sustentable y que genere valor para las pymes, en el sentido de que promueva que las condiciones de tasas de interés y de menores requerimientos de garantías reales se transfieran a los beneficiarios. Estamos reestructurándolo con la ayuda del Banco Mundial. El tema nos ha tenido muy ocupados.

¿Y preocupados?

Sí, preocupados por los costos fiscales y por las distorsiones que se generan en el sistema. Sin duda, en esto vimos una acción más populista del gobierno anterior orientada a generar cantidad, más que impacto y calidad. Eso es preocupante. Esto se manejaba muy rigurosamente en la Corfo y en el gobierno anterior se soltaron las trenzas en esta materia, se pusieron a competir con el Fogape, generaron problemas de selección adversa, una serie de problemas que los estamos corrigiendo de manera responsable.

¿Cómo se explica ese salto por cinco de los recursos?

Difícil de explicar, al menos que usted relaje los mecanismos de otorgamiento de garantías. Y es lo que se hizo. Y compita deslealmente con el Fogape, porque se establecieron condiciones mucho más blandas y relajadas que las que establece el fondo, también del Estado, que atiende a los mismos empresarios. Y eso es una irresponsabilidad.

Caso Inverlink

El caso Inverlink ya cumplió 10 años, ¿en qué etapa está?

El caso Inverlink es un tema antiguo y hoy está en la Corte de Apelaciones. Tenemos nuestros abogados y no los hemos cambiado. El proceso sigue para adelante y el afán de Corfo es recuperar la mayor parte de los recursos. Hasta ahora, nos ha ido bien y esperamos que nos siga yendo bien.

¿Cuáles son las lecciones?

Obviamente el tema de los mecanismos de auditoria son fundamentales. Corfo creó en esa época la gerencia de control interno y se ha trabajado con un equipo siguiendo las mejores prácticas que se han adoptado en todas las empresas, con un enfoque de riesgo y, por lo tanto, hoy Corfo tiene esquemas de auditoría.

Fuente: La Tercera.

jtraverso

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Juan Pablo Traverso, Ingeniero Civil Industrial y MBE de la Universidad de Chile.

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