¿Qué representa Bitcoin y otras monedas digitales para el fraude?

En los últimos meses mucho se ha hablado de las monedas digitales y de las vulnerabilidades de las mismas; Bryan Jardine, experta de Easy Solutions, líder global en la detección y prevención de fraude electrónico nos cuenta cuales son las bondades y defectos de estas monedas y su relación con el fraude.

Las monedas digitales como Bitcoin, Dogecoin y otras ofrecen billeteras digitales online con saldos virtuales. Inicialmente propuestas para intercambios ‘peer-to-peer’ irreversibles, estas monedas ofrecen la posibilidad de transacciones anónimas entre desconocidos, sin la necesidad del soporte de un intermediario tradicional como una institución financiera o un procesador de pagos (quienes cobran una tarifa por tal servicio). En vez de esto, estas monedas no centralizadas dependen de complejos algoritmos computacionales y de un libro de contabilidad público para todas las transacciones (sin que se revele información sobre los usuarios) que mantiene el sistema honesto.

Hoy en  día, usted puede comprar o “minar” Bitcoins y cambiarlas por bienes y servicios, o incluso venderlas a cambio de moneda real. Esta forma de comercio público sin fronteras avanza sin tener en cuenta cómo tratar con el fraude del que puede ser víctima, ya que los cibercriminales en estos momentos se encuentran apuntando sus miras a las monedas virtuales.

Esta situación se está convirtiendo rápidamente en un paraíso para los criminales; los hechos:

El famoso botnet “Pony” identificado a comienzos de este año, fue diseñado específicamente para robar Bitcoins y otras monedas digitales. La falta de información clara y de medidas o requisitos de seguridad en los sitios web de monedas virtuales hace muy difícil el definir cifras, pero se sospecha que los robos de monedas virtuales llegan a los millones de dólares. Además, no existe forma de recuperar las perdidas, ya que las transacciones de Bitcoin no son reversibles sin el permiso de la persona que recibe los fondos.

Para empeorar las cosas, los procesadores y poseedores de estas billeteras digitales no tienen responsabilidades financieras o legales para reparar a los usuarios; no existen seguros para las consignaciones o requisitos de protección de acuerdo a las regulaciones, así que alguien que caiga víctima del robo de dinero virtual no contará con soporte alguno.

De otra parte, hay que dar crédito que las monedas globales de bajo costo facilitan viajar sin tener que llevar efectivo consigo o tener la necesidad de hacer cambio de moneda constantemente.

Yo viajo muy a menudo, pero aun así no encuentro motivos suficientes para aceptar ese nivel de riesgo, sólo para evitar pagar ciertas tarifas y hacer algunas filas. Afirma Jardine. Cuando viajo, busco una protección sólida y mi banco me brinda precisamente eso. Puedo utilizar mis tarjetas de crédito sin temor a perder dinero debido a alguna falta de seguridad en algún punto, ya que mi banco me compensará en caso de fraude. Tampoco tengo que preocuparme de almacenar dinero digital en un servidor o billetera digital que muy probablemente este vulnerable ante ataques. Y sí, es cierto que las tarjetas también están en riesgo, pero la verdad es que como cliente, eso no me importa mucho.” Existen niveles de protección dispuestos para evitar que yo pierda mi dinero en caso de presentarse alguna eventualidad o problema en el lado del procesador de pagos, y en mi opinión, creo que muchos usuarios bancarios piensan de igual manera. De todas formas, la gente siempre se enoja y llamará a sus bancos para preguntar cómo es posible que ciertas cosas sucedan, sin embargo la diferencia radica en que los bancos están preparados para este tipo de eventos. La falta de una autoridad central de Bitcoin significa que no hay nadie a quien reclamar en caso de robo, los usuarios están por su cuenta.

Así mismo están las compañías, cuyo rol de intermediario entre el usuario y el banco es clave para la adopción de monedas virtuales. Ya empezamos a ver como varias entidades importantes han empezado a aceptar Bitcoin, entre las cuales están algunos de los nombres más importantes en e-commerce: Overstock.com y TigerDirect. La pregunta del millón de dólares es: ¿por qué están haciendo esto? Estos negocios declaran que lo hacen porque quieren ofrecer a sus clientes más opciones en lo referente a medios de pago, evitar “políticas” y errores humanos y demostrar su habilidad para adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado. Si bien todos son motivos válidos, la razón real podría ser el evitar los costos de las transacciones. Aunque por otra parte, de esta forma se está abriendo la puerta a más y mayores incidentes de fraude que pueden dañar la reputación y el balance de estas compañías. Sólo pregúntele a Target que tan doloroso esto puede llegar a ser.

Como industria, sabemos que hay cosas fuera de nuestro control, pero que así mismo hay acciones que los bancos y las compañías podemos tomar para prevenir o resolver los problemas. Si las monedas virtuales continúan ganando popularidad, nosotros, las personas dedicadas a combatir el fraude, tendremos un gran reto en nuestras manos. El fraude con monedas virtuales puede llegar a ser muy dinámico y pero no muy obvio, lo cual añade un nivel de complejidad innecesario a un espacio ya de por sí difícil. El sumar las monedas virtuales al panorama de amenazas sólo garantiza que el fraude tendrá nuevos lugares que habitar y mayores probabilidades de ser exitoso.