Industria del crowdfunding movió más de US$ 150 millones el año pasado en Chile

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Fuente: www.economiaynegocios.cl

Por: Pablo Tirado, El Mercurio

Con una fuerte preponderancia del modelo de créditos entre personas, la mayoría de estas plataformas se enfoca en ayudar a las pymes a expandirse.

El financiamiento colaborativo sigue ganando terreno en Chile. Así lo creen los principales actores del sector y así lo demuestran también las cifras, que revelan que el año pasado el mercado movió más de US$ 150 millones.

A diferencia de Estados Unidos, donde existen importantes plataformas de este tipo orientadas a recompensas -como Kickstarter o Indiegogo-, en Chile han proliferado más bien las plataformas de préstamo e inversión, como es el caso de Cumplo.

De hecho, la plataforma de créditos entre personas fundada por Nicolás Shea, es por lejos la más grande de las que operan en el país, y el año pasado logró recaudar US$ 116 millones, lo que se traduce en que financiaron a 1.000 empresas y entregaron más de cuatro mil créditos. «La industria del crowdfunding en Chile está consolidándose; más personas conocen lo que significa, lo que hacemos y el beneficio que trae para el usuario o solicitante. Las autoridades y reguladores la tienen en el radar, la están estudiando y el próximo gobierno lo menciona dentro de su programa como alternativa de financiamiento para las pymes. Hoy la industria está avanzando hacia la regulación y eso es un gran paso», comenta Bárbara Gormaz, gerenta de Comunicaciones de Cumplo.

Similar es el caso de RedCapital, plataforma que reúne a inversionistas para generar préstamos a pymes en crecimiento y que el año pasado logró sumar más de US$ 18 millones, es decir, más de 3,6 veces el monto que lograron en 2016. Según explica el CEO de la compañía Gustavo Ananía, el dinero que sus usuarios invirtieron a través de la plataforma sirvió para financiar un total de 1.538 proyectos. «Todavía hay mucho espacio para crecer en nuestro país, tanto en operaciones de préstamos, comprando facturas, o con leasing inmobiliario, donde el inversionista compra una propiedad y recibe utilidad por los arriendos», dice Ananía, agregando que la clave para el buen funcionamiento a futuro es continuar aplicando el filtro correcto de las operaciones que se publican.

Otra de las plataformas más exitosas del mercado local es Becual, compañía liderada por Mario Ortiz y Herbert Schulz, que el año pasado anotó operaciones por cerca de US$ 10,6 millones, pudiendo financiar 319 operaciones. «Creemos que la industria seguirá creciendo de manera acelerada, porque aún se encuentra en una etapa muy temprana. Nosotros esperamos al menos duplicar lo que hicimos el año anterior y para eso pronto lanzaremos nuevas herramientas que agilizan y simplifican el acceso de las pymes al financiamiento», explica Schulz.

Otros modelos

Con un modelo de negocios un poco más parecido al de Kickstarter, pero orientado totalmente a la inversión, está Broota, compañía liderada por José Antonio Berríos, gracias al cual han recibido financiamiento compañías como la firma de anteojos y accesorios Karün o el popular emprendimiento social Algramo.

Según revela el fundador de la plataforma, el año pasado ayudaron a levantar US$ 1,9 millones, que financiaron a nueve compañías emergentes.

Además de eso, Broota también tiene el mérito de haber ayudado a potenciar otra plataforma. Es el caso de Weeshing, crowdfunding que permite a los fanáticos costear directamente el valor de producir un concierto de sus artistas favoritos y que en 2016 buscó recursos a través de Broota para seguir creciendo.

Convertida en un negocio en plena expansión, el año pasado Weeshing logró sumar cerca de US$ 5 millones, lo que se tradujo en 119 conciertos. «Vemos un muy buen futuro, con crecimientos muy fuertes, y cada vez hay más interés de la gente en probar nuevas alternativas a las inversiones tradicionales», dice Rodrigo Segal, uno de sus cofundadores.

El emprendedor agrega que, en su caso, el mercado avanza hacia inversiones más globales y que crucen las fronteras. «Tenemos bastantes extranjeros interesados en invertir acá o en alguno de los seis mercados donde ya operamos (Estados Unidos, México, Colombia, Argentina, Perú y Chile). Nos encantaría que las economías de la región se unieran por un bien mayor», afirma.

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