‘Fintech’ chino: una revolución bancaria

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Fuente: www.elmundo.es

El gigante asiático ha vivido, en la última década, una verdadera transformación de su ecosistema financiero, no tanto a través de las instituciones bancarias como de la tecnología, que ha propiciado la aparición de un amplio abanico de actores. Yu’ebao, un servicio de gestión de fondos para inversores individuales, ofrece depósitos bancarios; compañías como Ant Financial y JD.com, préstamos; y servicios como Alipay y WeChat Pay son la mayor fuente de micropagos en el comercio electrónico.

Este septiembre se celebró en Pekín la 2ª Conferencia China de Fintech, en la que profesionales de las finanzas, representantes de instituciones y empresas y expertos tecnológicos reflexionaron sobre el influjo del fintech en la evolución del sector. Andrew Chi-Chih Yao, ganador del Premio Turing en 2000 y decano del Instituto de Ciencias de la Información Interdisciplinarias de la Universidad de Tsinghua, expuso que el fintech ha tenido un impacto muy distinto en Estados Unidos, donde se ha acoplado al mercado existente, y en China, donde ha generado nuevos productos y servicios.

En la línea de Chi-Chih Yao, Zhu Min, antiguo director adjunto del Fondo Monetario Internacional, señaló que las nuevas tecnologías financieras han supuesto un verdadero terremoto en el país asiático, pues han dado un vuelco a la relación entre la oferta y la demanda. No solo han acortado la distancia entre los consumidores y los servicios, sino que, además, han diversificado los productos y mejorado la experiencia del usuario.

Las cifras hablan por sí solas: Eric Jing, CEO de Ant Financial, dio a conocer que más de siete millones de pequeñas empresas o microempresas han accedido a préstamos de hasta 30.000 yuanes (3.800 euros) a través de su Modelo 310, que permite a cualquier firma solicitar y obtener el crédito de forma automatizada en un máximo de tres minutos. Asimismo, Zhu Guang, vicepresidente de Baidu, reveló que Baidu Finance ha concedido «préstamos educativos» a unos 320.000 jóvenes chinos desde finales de 2015 para ayudarlos en su formación.

El desafío principal, según coincidieron los ponentes, es hallar el punto de unión entre la legislación y los servicios para garantizar el control de riesgos y la protección de los intereses de los usuarios.

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