Decrece el interés por convertir los móviles en carteras de pago

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Sólo un tercio de los usuarios espera que el pago móvil sustituya a la tarjeta de crédito antes de cinco años.

Los consumidores aún no sienten la necesidad de cambiar sus hábitos de pago. Están acostumbrados a sacar la tarjeta de la cartera o el dinero en efectivo y todavía la industria no le ha dado motivos suficientes y tampoco las garantías y seguridad necesarias para dejar de hacerlo así. Pasada la fiebre de la novedad, los pagos móviles han sufrido una pequeña desafección por parte de los consumidores y todavía se contempla como una solución a más largo plazo.

Los resultados de la encuesta que ha realizado Harris a más de 2.500 adultos estadounidenses así lo reflejan. Ha bajado el interés por usar el teléfono como una cartera, donde almacenar todos los datos de identificación, los programas de fidelidad de las tarjetas y otra documentación. Este año un 26% de los encuestados dijo que esta posibilidad les haría inclinarse más por el pago móvil, pero la cifra ha caído cuatro puntos porcentuales con respecto al año pasado.

El 64% de los encuestados por Harris espera  que el pago con un solo clic desde el móvil sustituya algún día al pago con tarjeta, y un 59% cree que acabaremos usándolo en lugar del dinero en efectivo. Pero no a corto plazo. Según la encuesta, no más de un tercio de los estadounidenses cree que eso vaya ocurrir antes de cinco años y cada vez son más los que piensan que el pago móvil se quedará en un simple amago tecnológico que no cuajará.

Los resultados llegan después de haya cada vez más usuarios que hayan tenido de primera mano la experiencia de realizar una transacción móvil. Un 32% de los norteamericanos ha pasado ya su tarjeta de crédito por un accesorio del Smartphone y un 17% ha pasado su teléfono por un receptor especial de la caja registradora.

Aún así, falta motivación. Más de la mitad de los usuarios norteamericanos  no ven ninguna razón para cambiar y abandonar el efectivo y las tarjetas de crédito (53%). Pero un 24% estarían interesados si pudieran usar en las plataformas de pago móvil los actuales programas de puntos y similares que tienen actualmente en sus tarjetas de crédito. Aunque este porcentaje ha bajado cuatro puntos con respecto al año pasado.

Las cuestiones de seguridad y privacidad tienen mucha responsabilidad en esta tendencia. A más de la mitad de los consumidores, un 53%, les preocupa que se almacene información personal muy sensible en sus teléfonos móviles y un 47% no transmitiría esa información al dispositivo de un vendedor.

La merma en el interés que expresaban los usuarios el año pasado por este tipo de tecnología puede ser un indicativo de que la utilidad o el provecho que se le veía inicialmente ha caído ligeramente con los primeros usos. A esto se suma que quizá no se ha hecho una apuesta decidida y una llamada a la acción potente por parte de las marcas y comercios que lo están implementando.

Sin embargo, superadas las barreras de seguridad que requiere, puede ser una gran oportunidad para las marcas, especialmente aquellos retailers que quieran ganar competitividad frente al comercio electrónico agilizando los pagos en sus cajas y evitando largas filas a sus consumidores.

Fuente: puromarketing.com

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