Lorena Jaume-Palasi: “Los bancos han perdido una oportunidad que ahora utiliza Facebook”

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Fuente: retina.elpais

Los poderes económicos, con la Reserva Federal a la cabeza, le están enseñando los colmillos a Facebook. El motivo es Libra, una moneda digital capaz de alterar las políticas económicas globales y los equilibrios de poder en la economía digital. Lorena Jaume-Palasi experta en filosofía del derecho que también estudia los aspectos éticos de la digitalización, responde sobre las implicaciones éticas de esta moneda.

¿Qué opinión general le merece Libra?

Tenemos que mirarlo con cautela, porque hay muchísimas cosas por definir. Lo que sí parece claro es que Facebook avanza en su creación de un sistema de infraestructura, como hace Google. Eso no es un problema en sí, el problema es si no entendemos lo que está sucediendo.

¿Y lo estamos entendiendo?

No estamos viendo la foto completa. El problema es que Google y Facebook no están siendo tratadas como sistemas de infraestructura, sino de forma individual. Estamos analizando el bosque árbol a árbol. Y el bosque es un ecosistema, hay que analizarlo en conjunto. Es decir, la regulación dice que si eres Iberdrola, no puedes ser Telefónica, y viceversa. Sin embargo, Facebook cada vez está ofreciendo más servicios. Se está convirtiendo en una infraestructura, y las infraestructuras en democracia son híbridas.

Sin embargo, las big tech actúan por libre.

Tienen mucho poder, y se les está dando más poder aún. No estamos siendo consistentes con la regulación, porque no somos capaces de entender lo que está sucediendo. Por ejemplo, la regulación europea de protección de datos (RGPD) ha beneficiado precisamente a las grandes empresas, porque justo son las únicas que pueden cumplirla. Y es curioso que la UE está exportando esa regulación, de Japón a Namibia; estamos colonizando con un método regulatorio que favorece a las grandes.

En el caso de Libra, el agravante es que Facebook no parece creíble para gestionar datos ligados al uso del dinero electrónico.

El problema no es de credibilidad, sino de ausencia de alternativa, de dependencia. Si un día nos levantamos y Facebook no funciona, el impacto, en todos los niveles, sería enorme. Y en otras infraestructuras hay planes de contingencia, pero con Facebook no. Debemos tener en cuenta que en otros continentes la dependencia es aún mayor. En muchos países en vías de desarrollo la gente no crea una web para su negocio, sino una página en Facebook.

¿Y qué aspectos encuentra más positivos dentro del proyecto?

Se ha puesto el foco en todos los excluidos del sistema financiero, algo que ya empezó con los microcréditos y el Premio Nobel a Muhammad Yunus [2006]. Es muy bueno que utilicemos las nuevas tecnologías para reflexionar acerca de este problema. La gente pobre no utiliza los sistemas de pago actuales, y con esa palanca Facebook trata de legitimar su posición. Está intentando llevar el sistema financiero a la plataforma en la que la gente está, que la gente entiende, que son las redes sociales. Los bancos han perdido una oportunidad que ahora Facebook está utilizando.

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