Por Gema Castillo, manager Right Consulting
El mercado laboral actual cada vez más competitivo y exigente, requiere profesionales que sepan autogestionarse para lograr sus objetivos, y es una tendencia que vemos se acrecienta cada vez más.
Profesionales que regresan al país luego de estudiar y perfeccionarse en el extranjero, quienes buscan su primer empleo, o ejecutivos que se encuentran sumergidos en una compañía hace ya algún tiempo, y están desactualizados en cuanto a renta, nivel de posicionamiento y desarrollo de carrera, son quienes en su mayoría están optando por la autogestión de sus carreras, constituyéndose en un nuevo tipo de profesional: el profesional 2.0.
Los profesionales 2.0 frente a una propuesta u oferta laboral, se han empoderado de la decisión de analizar, evaluar y decidir por un desafío que sea compatible con su realidad actual y futura, a pesar de las variaciones o inestabilidades por las cuales se encuentre cursando el país. Son ellos los que encausan sus esfuerzos en una búsqueda de trabajo informada, dirigida y orientada a equilibrar sus inquietudes profesionales con su estilo de vida personal.
Hoy, son estos profesionales los que proactivamente buscan fuentes de reclutamiento más atingentes a su perfil, se contactan con los head hunters, mueven redes y presentan sus competencias técnicas como una forma de activarse laboralmente. Sin embargo, por lo general, no se encuentran muy consientes de quienes son realmente y que esperan de estas oportunidades, situación que provoca en muchas ocasiones tomar decisiones apresuradas, con mínima información, tendiendo a privilegiar aspectos motivacionales más superficiales o corto placistas, descuidando el verdadero calce cultural con la organización, que es fundamental en un desafío alineado al proyecto de vida.
En la actualidad existen programas de Orientación Laboral personalizado, que sitúa al candidato en el aquí y el ahora, y se basa en el autoconocimiento de su perfil profesional: habilidades, interés, estilo, relacionamiento, fortalezas y oportunidades de mejoras, identificando de manera específica sus elementos diferenciadores. Esta experiencia les permite proyectar más claramente sus intereses laborales en concordancia a su vida personal. Este tipo de programas prepara al candidato para reuniones formales de trabajo (entrevistas), identifica empresas target a sus intereses y características, optimiza herramientas sociales y de activación de networking, entre otras prácticas.
Frente a este nuevo profesional, las organizaciones tienen el desafío permanente de atraer talentos y sobre todo, el lograr mantenerlos. Ya no basta sólo con ofrecer una renta de mercado, estabilidad y beneficios estándares (aspectos que muchos privilegiaban), ahora se pondera contar con flexibilidad en el horario en pro de mejorar la calidad de vida, obtener reconocimiento a través de oportunidades de aprendizaje y participación en nuevos proyectos, entrenamiento, entre otros múltiples aspectos a considerar.
